La Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertó hoy del creciente ritmo de calentamiento del planeta y propuso cuatro medidas urgentes para mantenerlo dentro de la meta de 2 ºC acordada por la ONU, entre ellas aumentar la eficiencia energética.
Las otras tres medidas pasarían por reducir las plantas eléctricas de carbón, la emisión de metano por parte del sector petrolero y los subsidios a los combustibles fósiles, que los Gobiernos podrían aplicar "con tecnologías existentes y sin costes adicionales", según la directora del AIE, Maria van der Hoeven.
Al presentar en Londres el último informe sobre cambio climático "Redibujando el mapa de energía-clima", Van der Hoeven señaló que, al ritmo actual de emisiones, la temperatura del planeta crecerá en las próximas décadas entre 3,6ºC y 5,3ºC, muy por encima del objetivo internacional.
Dos tercios de estas emisiones proceden del sector energético, al que se dirigen principalmente las medidas propuestas.
"Francamente, el objetivo de reducción de la temperatura se ha caído de la agenda política", se lamentó la directora de la AIE, que advirtió de que si no se actúa con premura se afrontan "cambios climáticos extremos".
Esos cambios pueden afectar al propio sector de la energía, del que se ocupa esta Agencia asociada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con la misión de velar por la estabilidad energética de sus 28 países miembros.
"Este sector debe adaptarse urgentemente al cambio climático pues puede verse seriamente afectado: por ejemplo, las inundaciones o los ciclones podrían destruir los estructuras petrolíferas marítimas", afirmó en la presentación en Londres el economista jefe de la Agencia, Fatih Birol.
Según Birol, aunque no queda mucha tiempo, los Gobiernos aún pueden tomar medidas para conseguir limitar a 2ºC el calentamiento global para 2020 -cuando se prevé que entre en vigor un pacto de la ONU sobre el clima que debe sellarse en 2015-, lo que posibilitaría controlar la situación a más largo plazo.
El asunto ahora "está muy desencaminado", dijo, pues en 2012 las emisiones de dióxido de carbono (C02) aumentaron un 1,4 % hasta el récord de 31,6 gigatoneladas, si bien hay países que mejoraron su actuación.
Estos son China, cuyas emisiones crecieron más lentamente por las medidas de eficiencia energética y la inversión en renovables, y Estados Unidos, que, además de mejorar la eficiencia en el transporte, reemplaza el carbón con gas de esquisto.
Japón ha aumentado casi un 6 % sus emisiones por su regreso al carbón tras el desastre nuclear de Fukushima, así como Oriente Medio y la India, mientras que la Unión Europea (UE) las ha reducido debido a la crisis económica.
Para enderezar el panorama y volver a aspirar a un incremento máximo de dos grados centígrados de la temperatura global, la AIE propone mejorar la eficiencia energética de edificios, viviendas y transporte, lo que contribuiría en un 49 % a reducir las emisiones y se traduciría además en una rebaja de las facturas de energía.
Limitar el uso de plantas eléctricas con combustible de carbón ineficientes reduciría un 21 % las emisiones nocivas que provocan el calentamiento del planeta, mientras que la reducción de la emisión de metano por parte de la industria del petróleo y el gas las minimizaría en un 18 %.
La progresiva eliminación de las subvenciones a los combustibles fósiles vigentes sobre todo en Oriente Medio, África y Latinoamérica reduciría las emisiones en un 12 %, según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía.
De acuerdo con la AIE, si se aplicaran estas medidas desde hoy el volumen total de emisiones de gases contaminantes se reduciría para 2020 en 3,1 gigatoneladas, un 80 % del ahorro requerido para mantenerse en la senda de los 2ºC.
"No podemos dejar escapar fácilmente a los gobiernos", subrayó Van der Hoeven, a lo que Birol añadió: "Aunque las probabilidades de alcanzar ese objetivo están disminuyendo, no es excusa para quedarse con los brazos cruzados".
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